Nubes Sombreros

nubes sombreroEl cielo se había llenado de nubes sombreros, y era el suelo un gran espejo.
Era la noche, y las farolas se reflejaban al cielo, y parecían estrellas sin titilar.

Me costaba saber si caminaba o flotaba.

Por el tipo de nubes, nubes-sombreros, no era Magritte quien influía en mis sueños. Un señor de traje, sentado en una banca (el único objeto sin alteraciones) tenía la respuesta en su bolsillo izquierdo, pero antes de poder preguntar, desperté.

Y aquí, ahora en mi cama,  sigo sin saber si era Chagall o Silvio quien habitaba mi sueño, o era la cobardía de no llamarte nunca, ni a media noche, ni en domingo ni en lunes. LA cobardía que se viste de saco y corbata, y que observa, pero no actúa.

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